Sesion 6, Capitulo III

Han pasado unos dias despues de la batalla, por lo que me han contado ... ganamos.

Nodoko y otros bushi cangrejo nos sacaron a mi y a Kakashi (quien tambien habia caido) de la batalla, parece que mi estandarte leon nos ayudo a ser localizados.

Los dias posteriores fueron silenciosos, estuvimos en algunas cortes y hasta celebramos una cena de despedida, pero para ser sincero apenas estuve alli, mi mente divagaba, como de costumbre. Cosa que lamente a posterior, pues nuestros caminos seguian rumbos distintos.

Podriamos decir que tuve mi rebelacion en combate, todo habia ido bien hasta el punto que se presento el desafio final (el comandante no muerto) y yo ataque con el abanico. Era como si la realidad me hubiera abofeteado en la cara, "Que pretendes hacer con un abanico? partir un Oni en dos?"

El resultado fue una cicatriz en mi pecho que tardare en olvidar ...

De camino a Toshi sano Kanemochi Kaeru, tuve tiempo de algunas reflexiones ... desde que habia llegado a la mayoria de edad mis esfuerzos se habian centrado en el uso del abanico y la defensa, no he tenido mucho tiempo de viajar y apender a solas, pues enseguida me junte con esa particular comitiva formada por la escorpion y el grulla ...

En su compañia es donde mis habilidades residen, soy bueno en la defensa ... pero esta se basa en que otro realize los ataques, por mi solo no soy capaz de producir heridas serias sin esforzarme intensamente.

Incluso la escorpion con su arco es mas mortal que yo.

El problema que se me plantea delante es uno muy concreto, habiendo dejado a mis compañeros atras, ahora no tengo a nadie con quien fortalecer mi debilidad ... al fin y al cabo, nadie puede defenderse indefinidamente, y si no lo hago yo, mis oponentes no cesaran en su intento de pasar mi defensa hasta conseguirlo ... ni que sea con un golpe de suerte (bastante comun en los unicornios).

Si fuera un cortesano esto no tendria mas relevancia, pero soy un bushi, y peor aun ... me dirigo a una batalla, que segun hable con mi hermano, no creo que sea facil ... pues lo generales leon desdeñando a los unicornio decidieron mantener el grueso de las tropas atras y solo mandar una pequeña parte a defender la ciudad. No creo que los unicornio caigan en el mismo error, al fin y al cabo se enfrentan al clan mas glorioso de rokugan.

Asi pues mis siguientes dias estan teñidos por la duda, no una duda sobre mis hombres, mi clan o mis generales, ni siquiera duda sobre si luchare con valentia con el enemigo ... eso esta asegurado, si no la duda de si morire pronto o aguantare hasta el final?

Sera mi muerte rapida? O mis instintos defensivos alargaran mi fallecimiento hasta morir dolorosamente?

Espero que haya algun Ikoma cerca para escribirlo, seria una molestia que nadie recordara mi gloriosa muerte.

Cuando llegue a la ciudad de la rana rica, empezaron todas la formalidades que correspondian, presentar informes, reuniones con superiores, la visita al sensei Akodo Rokuro (con el correspondiente sermon por sobreespecializarme en el abanico).

Me senti muy honrado cuando mi sensei me regalo una armadura pesada de batalla finamente decorada y realizada con gran habilidad, fue un gran honor i agradeci mucho tal regalo por mis acciones.

Aunque mas tarde ... terminada la cerimonia, llegue a la conclusion que solo me serviria de trofeo en mi casa ... pues una armadura pesada me estorba mas que me proteje, incluso una tan bella como esta. Quiza estoy demasiado acostumbrado a mi abanico ...

Finalmente he podido entrenar con mis hombres, los mas destacados son:

El Nikutai Akodo Hachigoro, es un sabio samurai con algunos años de mas, deberia estar en una posicion superior pero parece disfrutar de la compañia de los soldados mas jovenes y sus consejos son de una utilidad innegable, mientras estuve fuera, el se encargo de dirigir mi unidad.

El Nikutai Akodo Sadahige es la mente abstracta del escuadron, siempre apunto para una alternativa con la que nadie habia pensado, capaz de convertir una desventaja en ventaja. Junto con Hachigoro esta claro que no me faltaran recursos en la batalla.

La Nikutai Akodo Mokichi, que parece tener cierto vinculo con el clan Hiruma, es la cabeza de la unidad de exploradores que a veces me sorprende con su habiliad para la exploracion.

El Omoidasu Ikoma Noda es el alma de nuestro escuadron, siempre con una batalla que contar, con palabras abrumadoras que incitan a la batalla, estoy seguro que a mis hombres no les faltaran motivos para saltar salvajemente contra el enemigo.

Y el ultimo es Akodo Anshiro, reservado y silencioso, pero cuando habla sus palabras demuestran un increible conocimiento por la estrategia, quiza estraño pues tambien es un maestro en el iaijutsu ... extrañas disciplinas para ir acompañadas. Supongo que mas tarde indagare sobre el ...