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Thursday, June 28, 2007

Sesion 6, Capitulo II

Una luz blanca ciega mi vista.

Recuerdo los sonidos, los olores, las imagenes ...

Los tambores resuenan entre las murallas mientras el ejercito de no muertos aparece de entre las nieblas de Jigoku. Enormes catapultas vivientes escupen sus ataques mientras hordas de esqueletos, trasgos y ogros avanzan hacia nosotros.

Los primeros impactos llegan a nuestro lado, los soldados esquivan sus golpes para abalanzarse rapidamente a los cuerpos animados pegados a la amalgama de piedra y carne que utilizan como municion.

Numerosos canticos entre las filas de samurais empiezan a llenar los oidos, la luz cegadora de la magia de los hombres santos llena el cielo y termina en la tierra como la misma ira del olvidado Onotagu.

La impaciencia llena mis pulmones haciendo que la respiracion resuene detras de mi mempo. El enemigo esta cerca, trepando las murallas como aracnidos, Kakashi y yo empezamos nuestro ataque desde una buena posicion de combate.

Detras de vanguardia, en segunda linea de combate. Suficiente cerca para oler la sangre y probarla, suficientemente lejos como para evitar la muerte inmediata.

Despachamos varios trasgos de una avanzadilla, un soldado muere a nuestro lado, Kakashi se avanza para derribar a los enemigos que lo han abatido, yo ocupo su posicion derrotando la brecha que queda abierta.

La sangre de los trasgos y las visceras de los zombies empiezan a manchar nuestras armaduras a medida que vamos cortando brazos y piernas. Mientras, los gritos salvajes de los enemigos llenan mis oidos.

Lo recuerdo ... y ahora me doy cuenta.

No son sus gritos, son los mios.

Uno de los torreones mobiles llega a la muralla, la rampa cae estrepitosamente y una linia de arqueros esqueleto y honderos trasgo empiezan a disparar sin piedad. No hay momento de duda, no hay temor. Kakashi y yo saltamos dentro, empezamos por los trasgos por ser mas faciles de trocear.

Kakashi recibe una flecha en un costado, pero no titubea y termina con su enemigo. Mientras, yo parto en dos a un esqueleto y de una patada lo mando al final de la muralla.

Todo toma un caliz rojo mientras terminamos de despachar a los arqueros, algunos trasgos saltan al vacio intentando salvar su vida, el sol se tiñe de rojo.

Lo recuerdo ... y ahora me doy cuenta.

No es el sol, es mi sed de sangre.

El combate se prolonga, la torre cae encima de sus propias tropas, los soldados empiezan a saltar por nuestras murallas cayendo encima del enemigo, siete contra uno y nosotros llevamos la carga.

Kakashi y yo bajamos de la muralla, por el camino destrozamos la cadena de mando de una pequeña unidad de lanzeros, Kakashi los corta a daditos, yo les rompo el cuello a golpe de tessen.

Un grito llama nuestra atencion ... un Maho-Tsukai esta en el suelo pidiendo clemencia, lleva un Yari roto clavado en el pecho y suplica por su salvacion, nuestras carcajadas son su unica respuesta mientras lo dejamos atras, unos Ashigaru se encargan de terminar el trabajo con sus Yari.

Las carcajadas invaden a nuestras tropas, estamos ganando!

Lo recuerdo ... y ahora me doy cuenta.

No son sus carcajadas, son las mias.

Y de repente ... la oportunidad final, un gran comandante del enemigo queda solo enmedio de la batalla. Kakashi, tapandose la herida con la mano y con expresion de dolor, asiente mi mirada y cargamos con un sonoroso grito de guerra.

Desgraciadamente el comandante es rapido y realiza un enorme golpe hacia Kakashi, su esquiva impide que el corte termine siendo grave, y el lanza un poderoso tajo a las piernas del enorme muerto viviente.

Saltando hacia su lado decido usar mi abanico como primer ataque, la piel de los muertos es dura y necesito de toda mi precision para herir a tamaña bestia. Le golpeo en su cara, desgraciadamente su petrida piel impide una herida de gravedad, pero llamo su atencion.

Sus ojos se clavan en mi alma mientras me maldice.

Kakashi ataca, su sangre salpica el campo de batalla ...

Lo recuerdo ... y ahora me doy cuenta.

La luz blanca me ciega, es el cielo ... oigo la batalla a los lejos aun y saber que estan cerca, estoy de rodillas con los ojos clavados en el sol.

No era su sangre, si no la mia ...

Su Nodachi yace clavado en el suelo e impide que mi cuerpo caiga.

Kakashi me mira temeroso ...

Mis ancestros me llaman.

El blanco se torna mas brillante.

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